Al Parker está triste porque acaba de romper una relación. Se consuela recogiendo a un guapo autoestopista que quiere chuparle la polla. Mientras Al conduce, el tipo empieza a acariciarle la entrepierna, poniéndosela cada vez más dura. Para estar seguro, Al decide parar en un rincón apartado y libera su magnífica polla para que su nuevo amigo juegue con ella y la adore.