Un joven marinero se baja de su barco por unos días y va a un burdel. Sabe que cuando los gigolós lo ven se vuelven locos. Para ellos es la oportunidad de divertirse mientras trabajan. Les encanta coger la gran polla del chico liso. Una vez allí, el marinero cachondo hace su elección: un lindo joven y flaco de pelo oscuro. Está deseando follarse su cara, hacer su agujero y follarse su magnífico culo. Sabe que a la sexy le encantaría sentir su semen caliente en su agujero estirado...